lunes, 17 de julio de 2017

A LA LITERATURA Y LOS ESCRITORES

¡Lo que encierra el texto es lo que hace vibrar al lector! Una vez leído ese texto y, aprovechando este hábitat común de las redes sociales, a uno se le despierta la curiosidad por la imagen del escritor. Del escritor que ha entrado en ti, que ha escrito para ti. El aliento íntimo que llega al lector de manera subjetiva, pero con los guiños que uno espera sorprenderse felizmente. Nace una verdadera comunión entre lector y escritor. Eso os hace grandes y, nosotros los lectores, tentados por conocer el alma y la piel que escondéis, aplaudimos vuestra educadísima actitud y agradeciendo. Aquí, por ejemplo, en Facebook, he descubierto tantos y tan buenos escritores como personas hay detrás. A bote pronto mencionaré a unos cuantos.

Traté personalmente a Daniel Monedero y Kike Parra Veïnat en Sevilla. Estuve boquiabierto durante toda la presentación de sus respectivos libros, puro deleite. Daniel emanando electricidad y Kike al otro lado del cable, sin inmutarse pero cargado con la energía que recibía (mil voltios los unían).

Descubrí a la semejante criatura que erosiona las palabras: Alberto Masa y su torrente literario me inundó con su énfasis de quebradizo diamante.

Las reflexiones de una "juntaletras" (así se presenta) de brillante espasmo sintáctico que leo con verdadero entusiasmo.

Los análisis de Alena y su fina pluma para desentrañar la literatura y sus vericuetos.

Inma J. Ferrero como embajadora de poetas que tiñen negro sobre blanco los anhelos más íntimos con semántico abalorio: ornamento de la palabra y del ser.

Las entradas matinales de Justo Sotelo, juglar intemporal con el que tanto aprendo. Celebro cada amanecer leyendo sus publicaciones y disfrutando de sus enseñanzas, que son grandes y exactas verdades.

Las criaturas animadas/animales de Valeria Correa Fiz como telón de fondo de la condición humana, y que suma y sigue con sus inviernos a contrapié para poetizar lo que queda de nosotros.

Las adorables y cariñosísimas reacciones de Eloy Tizón ante sus lectores (belleza y bondad). Discreto, educadísimo, puro refinamiento que uno detecta instintivamente porque hace 25 años confeccionó unos oníricos jardines que ahora han superado la velocidad de la luz con nuevas técnicas de iluminación.

Las muestras de afecto de Almudena Sánchez cuando releo sus iglús y hago mención expresa porque es un impulso irrefrenable de gratitud a la literatura y su vehículo: tú, escritor/amigo que cada día te enfrentas a la página en blanco para ofrecernos una mirada a la vida desde otra perspectiva, sumando vuestro algo más, poético, imaginado, leído, vivido...y..., tantas cosas más.

Haber aprendido a leer (a leeros) ha sido una de las cosas más maravillosas de mi vida. ¡Mil gracias a la literatura y los guardianes de su reino: vosotros los escritores...!

No hay comentarios:

Publicar un comentario