lunes, 1 de mayo de 2017

MI HERMANO JOSÉ LUIS

Elegancia de vida. Siempre una actitud correctísima ante cualquier situación. En las adversidades más severas sabe mantener una compostura ejemplar, porque sencillamente es un buen hombre; es el modelo perfecto de bondad. De una inteligencia aplastante, su constante aplicación del sentido común hace de él la persona más digna y de total confianza. Es el primogénito de nosotros, sus cuatro hermanos, y ahí se fragua parte de su poderosa personalidad. Su entrega responsable con los compromisos que adquiere y, sobre todo, su honradez y humildad, lo convierten en un triunfador de almas. Hombre hecho a sí mismo, desde muy joven emprende un negocio comercial a nivel europeo que sabe gestionar con mano firme. Hoy goza de gran prestigio personal y profesional. Gran referente para mí como hermano pequeño, ¡tan cerca lo siento...! A mi hermano José Luis no se le agota la luz, ese haz de puro blanco que apunta al horizonte correcto y a la que toda persona de orden debería acudir. No necesita hacer aspavientos de ningún tipo para demostrar su manifiesta y discreta vocación de buena voluntad: por los hechos lo reconoceréis. Cuando hablamos se estremece el suelo de nuestra infancia y me conmueve con su vehemente verbo. El velo acuoso de mis ojos filtra aún más sus emociones que también son las mías.
Te quiero, hermano.






No hay comentarios:

Publicar un comentario