jueves, 3 de agosto de 2017

MIS PAUTAS DE VIDA SALUDABLE

Creo que cualquier nutricionista estará de acuerdo conmigo. Os voy a relatar mi experiencia sobre perder algo de peso y mantener unas pautas de vida saludable.

Si reduces la ingesta de carbohidratos (cereales, pasta, pan, galletas...) y azúcar (azúcar refinada, bebidas azucaradas, bollería industrial, dulces en general, helados, mermeladas...), y un 25 % menos de cantidad de comida en cada plato, conseguirás perder peso con total garantía.

Come despacio. Mastica 25 veces cada bocado. También y, según mi experiencia, se puede perder peso tan sólo pesándose a diario. Basta con recordar de forma constante las cifras de peso corporal. Esto es un aliciente, una forma de automotivación a nivel mental para seguir aplicando la dieta y poder conseguir los objetivos deseados. Digamos que te mantiene siempre alerta.

Pero no bajes la guardia, hay que tener cierta fuerza de voluntad, no vale relajarse y no ser metódico.

He aplicado estas prácticas durante 6 meses y he adelgazado 12 kilos. Según la tabla relación complexión física/altura, ahora estoy en mi peso ideal y me siento estupendamente.

Tampoco hay que obsesionarse con querer bajar peso haciendo ejercicio físico (por supuesto es necesario como complemento y por una cuestión cardiovascular, importantísimo para la salud), porque lo que incide realmente en el peso es la ALIMENTACIÓN.

Y lo de comer 5 veces al día es un mito, un invento sin base científica. Si comes más veces siempre acabarás comiendo más. Así que come sólo 3 veces al día. Y si el hambre aprieta entre comida y comida, bebe agua o bebida sin azúcar, algún fruto seco o algo de fruta (pero, ¡cuidado!, en muy poca cantidad). Es una cuestión de actitud y fuerza mental. Tomar conciencia de qué y cómo comes y asumir el reto.

Dice acertadamente el dicho popular: «Comer es morir» y «Come poco de mucho y mucho de nada».

Inmediatamente después de una comida rica en carbohidratos, la glucosa absorbida a la sangre produce una secreción rápida de insulina por el páncreas. Por su parte, la insulina ocasiona de inmediato la captación, almacenamiento y consumo de la glucosa en casi todos los tejidos del cuerpo, pero sobre todo en músculos, tejido adiposo e hígado.

Y ahora la razón por la que se coge peso: Cuando el exceso de glucosa absorbida por el hígado no es transformada en glucógeno hepático, la cantidad de glucosa que penetra en la célula hepática es mayor de la que puede almacenarse como glucógeno, la insulina promueve la conversión de todo el exceso de glucosa en ácidos grasos. Estos ácidos grasos son integrados como triglicéridos y son transportados al tejido adiposo donde se depositan como grasa. ¡O sea, estás engordando!

Así que cuidado con los carbohidratos, cereales, harina, arroz, pasta, fritos, galletas, azúcar, sal.

Come más proteínas vegetales (verduras) y legumbres. Y menos proteína animal (grasa), embutidos procesados, huevos (la yema es grasa pura). Come chacina ibérica, sobre todo. Reduce la ingesta de carne. Según la constitución y forma de nuestra dentadura, y nuestros intestinos, somos animales herbívoros, ¡no carnívoros! Nuestros incisivos no están diseñados para rasgar carne cruda. Aunque culturalmente nos hemos convertido en omnívoros.

Come con moderación alimentos hipercalóricos: foie gras, patés, aceitunas, salsas, mantequilla, manteca.

Intenta sustituir los embutidos por frutos secos (o modera su ingesta). Cuidado con ingerir mucha fruta (azúcar). Aunque, repito, todo en su justa medida.

A modo de ejemplo recomendaré el Edamame (leguminosa), que es la vaina verde de la soja. La vaina se cuece durante 4-5 minutos y se extrae el grano (parecido a la haba). El grano se saltea con una pizca de ajo, sal y pimienta (¡delicioso y saciante!). Tiene un alto contenido nutricional (vitaminas) y muy bajo en calorías y carbohidratos.

Y por último, en cuanto a las bebidas destiladas, diré lo siguiente. A los licores (ron, vodka, ginebra...) se les agrega azúcar luego de la destilación, así que contienen un alto grado de azúcar (exceptuando el whisky que es muy puro, ya que lleva nada o muy poca azúcar). Agregar mezclas a las bebidas destiladas aumentará considerablemente el contenido de azúcar de forma importante. Si le agregas una tónica a tu gintónic, le estarás sumando 27 g de azúcar extra (¡una barbaridad!). Así que mucho cuidado con estos combinados.

Y para rizar el rizo, haz dos veces al mes dieta terapéutica o depurativa. Consiste en saltarse el almuerzo y llegar a la cena sólo con agua (algo traumático pero muy eficaz. Recuerda: fuerza de voluntad).

He aplicado todas estas prácticas a mi cuerpo y estoy viviendo de primera mano los resultados. La CIENCIA no falla.

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