martes, 7 de marzo de 2017

¡SÓLO TENGO UN LIBRO Y UN CASSETTE...!

¿Os acordáis cuando hacíamos autostop? Siendo estudiante lo practiqué mucho.
Es verano, media tarde, calma chicha. No hace calor. Decido salir a la carretera para hacer una visita sorpresa a un buen amigo. A los dos nos gusta leer y escuchar música, así que quiero enseñarle mi última adquisición literaria y musical.
Ataviado con una carpeta de apuntes y mi reciente ejemplar de las «Obras Selectas», de Miguel de Unamuno, junto a un cassette de los «Nocturnos para Piano», de Frédérick Chopin, me dispongo a dejarme llevar en coche por cualquier desconocido.
Qué alegría se llevará mi amigo al verme llegar con nuestros adorados Unamuno y Chopin (pienso).
A los pocos minutos de espera, un turismo rojo me rebasa y frena en el arcén.
- ¡Eh, chaval, sube! ¿Adónde te diriges?
- A Cádiz.
- Sube, te llevamos.
Recorremos poca distancia y me preguntan banalidades varias. Les digo que soy estudiante y quiero visitar a un amigo para darle una sorpresa que le encantará.
- ¡¿Sorpresa?! ¡Ahora verás!
Son tres; dos chicos delante y una chica detrás, a mi lado. El conductor da un volantazo brusco y se pierde por una carretera de servicio, varios kilómetros al fondo hacia los campos de algodón.
Mi sorpresa es tremenda cuando el copiloto se vuelve hacia mí y me amenaza con un enorme cuchillo. La chica comienza a registrarme y yo, pálido y sin dar crédito, me quedo paralizado.
- ¡Venga, danos todo lo que tengas de valor! Y si no colaboras te arrojamos al canal y cuando las fuerzas te fallen morirás; pensarán que sufriste una caída y te ahogaste.
- ¡Sólo tengo un libro y un cassette...!
- ¡He dicho algo de valor, no esa mierda!
- Bueno, en la cartera creo que llevo mil pesetas.
Hago ademán de cogerla y de un golpe rápido abro la puerta del coche y corro, corro como un condenado por la vegetación de los sembrados. Oigo gritos a mis espaldas, pero yo tengo alas; soy el haz de luz del rayo. Unamuno y Chopin corren conmigo. Salvo lo más preciado que tengo.
Hoy sigo teniendo especial predilección por Unamuno y Chopin. ¡Yo sé cuánto valen...!

No hay comentarios:

Publicar un comentario